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11/23/2007

CRÓNICA DE UN ASALTO

Para ser las once de la noche del miércoles el Estatuto Jurídico está muy calmado. No hay gente fuera de sus casas disfrutando la brisita nocturna, después de el día que el sol estuvo acosando con su agobiante calor todo. La típica parejita no anda donde se supone debe de estar. El de la tienda de abarrotes de al lado de la farmacia termina de cerrar; ando distraído una serie de recuerdos me inundan la mente, entre ellos el siguiente trabajo para el blog, bajé la guardia.

EL ARTE DE LA GUERRA

Una de las infalibles tácticas del arte de la guerra es la sorpresa y desconcertar a tu enemigo, por que entonces tienes dos cosas a tu favor, no piensa bien y no se lo esperaba. Debí verlo, intuirlo, pero no lo hice. Cuando lo vi estaba frente a mi. Atravesó la calle de tres pasos, yo andaba del lado de la pared, llegó de frente y se cerró a la pared. Cuando reaccioné estaba adelante de mi; seguía la calma aparente en Veracruz...

EL CAMINO FÁCIL

El cuchillo tiene la hoja larga y es sumamente delgado, lo vinculo a cortes de carne muy finos, de momento me quedo frío, lo he visto antes, es el que los carniceros usan para hacer los cortes de bisteces finos. El metal resplandece con las luces de las lámparas, me cierra el paso aprovechando la pared y topándome de frente, amagándome con el cuchillo.

Las palabras que salen de la boca de aquel sujeto me hacen aterrizar:

-El dinero y el celular rápido sino quieres que te apuñale.

Lo miro, lo primero que capta mi atención, las enormes pupilas dilatadas, está drogado pensé. De ahí es el extraño casco de obrero color naranja chillón, mis ojos se clavan en el rostro del ladrón y empiezan a ver su fisionomía: ojos grandes intuyo que cafés oscuros, por que no le veo la pupila, nariz ancha, cabello oscuro con canas, color de piel moreno oscuro, estatura 1,80 mts., edad media entre los 38 y no más allá de los 50, complexión media, pero con una gran panza chelera. Camisa azul oscura, short y sandalias. Intuyo que no es de por la zona tengo algo de tiempo de vivir ahí y conozco a la mayoría de la gente de vista. Es diestro, el grande y fino cuchillo está sostenido por la mano derecha.
Me llaman la atención los ojos extraviados, perdidos y hallo algo de fastidio de la realidad o un exceso de droga.

-¡El dinero y el celular cabrón o te apuñalo!, ¿quieres que te pique?
-No gracias, coopero, no me gustan los PUÑALES y menos los PIQUETES- reflejo inconsciente, me pasa por la cabeza "ya la cagué", el tipo se queda fijo con el cuchillo mirando frente a mi persona, se ve molesto, pero no hay reacción aparente... instantes después suelta una especie de risa muy corta y me recalca.
- ¡Muévete entonces! - Baja el chuchillo y lo mantiene atrás, para ese momento me encuentro escarbando en la bolsa de las monedas del pantalón, traigo todo lo de mi semana, para comer y transportarme, unos $80 pesos, me despido de los $30 pesos que Bruno me dio en morralla, aunque sea me hubiera dado un billete de a veinte. Saco todo el varo, pero desesperado me dice - ¡Muévete! - no estoy asustado, no tengo tiempo de asustarme, tal vez unos días atrás pero no esta semana.

- ¿Un mal día? - le pregunto viéndolo a los ojos y él espeta
- No tienes idea cabrón - le entrego la morralla, veo que empieza a no creerse que no tengo mas efectivo, antes de que me diga algo le brinco.
- Soy estudiante, no traigo billetes, ¡mira! - abro la mochila y le enseño unas libretas - mentira traigo una cartera con $300 pesos para la siguiente semana, no quiero que se los lleve, ante el nerviosismo fingido por el fierro trato de mantenerme lo más convincente posible y le trato de que se oiga real.
- Saca ¡el celular entonces! - la mano derecha q oculta el cuchillo se inclina ligeramente hacia adelante.

OPCIONES

Pienso rápidamente... tengo un individuo drogado con cuchillo en mano, exigiendo mi efectivo y pertenencias personales, aun lado la pared. No es conveniente tirarle golpes, porque no va a sentir los madrazos. Si corro tendré que averiguar dos cosas: la primera si él puede alcanzarme a tirar el navajazo antes que inicie la carrera y dos, sí puedo ser más rápido que él para correr la distancia de 350 mts, que es donde se encuentra el puesto de tacos y hay gente, esto con intención de que al ver la gente se abra.

Descarto estas opciones y tomo la de emergencia. Saco el cel, extiendo el brazo y justo cuando lo va a tomar lo retraigo por inercia, abro y le retiro la batería.
- ¿¡Qué haces!?
- Le quito el chip, a ti no te sirve - increíblemente esto lo aleja todavía más de preguntar por la cartera .
- Rápido chamaco - el resplandeciente metal vuelve a aparecer frente a mis ojos y la luz de las lamparas sobre el mismo me presiona... trato de hacerle creer que me tiene vuelto un manojo de nervios - estoy nervioso y tiemblo, está muy duro el chip, sácalo tu por fas - para mi asombre guarda el cuchillo, con la mano izquierda toma la batería y con la del cuchillo sostiene mi cel.

Pienso instintivamente en empujarlo y tomar el cuchillo, ya no puedo seguir haciendo más tiempo; ahí van mis números (el chip guarda muy pocos números, la mayoría están dentro del celular), van mis fotos. Recapacito, mi familia, no tengo IMSS o seguro de vida, no hago nada, me frena el impulso de abalanzarme un aroma de unas flores de la casa cercana y me relajo. Me entrega el chip y le vuelvo a repetir
- ¿Tan mal estuvo el día?
-Tengo que mantener a mi familia y ahora a la verga - lo veo alejarse, meterse entre los condominios, hasta que el casco naranja se sale de mi vista y se adentra entre las sombras.

Unos instantes me quedó absorto en mi laguna de pensamientos en el mismo lugar, dónde durante casi ocho minutos me amenazaron con cuchillo en mano. No tiemblo, ni estoy asustado... me salta la duda de sí lo maneje lo mejor que pude, siento que amortigüe lo mejor que pude la situación portándome lo más accesible y calmado que el ladrón se hubiera podido imaginar. Me remuerde el sentimiento de impotencia y las ganas de haber podido hacerlo mejor, trato de sacarme eso de la cabeza. De ahí salta la última frase de mi asaltante "tengo que mantener a mi familia", a la familia o a sus vicios me preguntaba.

Sólo, absorto regreso a la realidad ni un alma pasando, nadie, y si hubiera pasado alguna persona sería mucho pedir ayuda y estaba tan cerca de él... quien sabe como hubiera reaccionado. La calma sigue en el Estatuto, la tranquilidad aparente que se remarca en las sombras de este puerto de Veracruz.

Después me llegó la ayuda tardía, pero eso lo pongo en otra ocasión...

11/09/2007

Convierte .doc a .pdf

En 1991 se empezó a desarrolar el PDF, uno de los formatos mas conocidos por los internautas. Fastidio para quienes gustan de copiar y pegar las tareas de internet, pero centinela de quienes gustan de publicar textos en internet sin que se los pirateen.

PDF fue desarrollado por Adobe Systems con la intención de visualizar documentos listos para ser impresos, pero evitando su modificación y reproducción con fines de lucro.
Actualmente podemos encontrar en la web un sin fin de páginas desde las cuales podemos descargar desde El Principito hasta la Biblia, pasando por los titulos y autores que menos te imaginas.

Si deseas publicar tus Memorias de puterias tristes o Las Crónicas de mi Colonia, pero no quieres que nadie tenga tu trabajo sin saber que es tuyo y ademas no tienes ni un quinto para autofinanciarte con una editorial no te preocupes; aqui te presentamos herramientas con las cuales puedes convertir tus textos .doc [hechos en Word] a documentos PDF.
Con estas mismas podrás convertir otros documentos hechos en Oficce en documentos PDF.

PDF on Line: De funcionamiento práctico, y con solo buscar el archivo en tu PC desde ésta página puedes convertir casi cualquier formato de documento en PDF, incluso documentos de Oficce 2007 [Windows Vista]. El archivo llega a tu correo electronico en unos instantes.
Además desde PDF on Line puedes descargar una extención a tu PC que crea una impresora virtual; es decir, una vez que descargas el Easy Printer Driver cada vez que quieras convertir algo a PDF solo le das: Archivo>Imprimir y seleccionas la impresora virtual easyPDF Printer y le das imprimir. No te preocupes no saldrá impresión alguna, solo se abrirá el Adobe Acrobat con tu nuevo documento en PDF.

Express PDF: Sencillo y practico, no debes descargar nada. Solo accedes a la página, seleccionas el tipo de archivo, das click lo buscas en tu PC, das tu cuenta de correo electrónico y en unos instantes te llega el hipervinculo para recogerlo desde tu bandeja de entrada.

Si necesitas otras convertidores a PDF directamente en tu PC y no te late el Easy PDF Printer, puedes escoger cualquiera de los siguientes que funcionan también con una impresora virtual, pero ocupan mas espacio en tu disco duro.

http://www.masternewmedia.org/es/2005/04/13/crear_archivos_pdf_de_acrobat.htm

11/02/2007

DÍA DE MUERTOS


Les traigo parte de una animación mexicana, muy buena y adecuada para la ocasión... se llama hasta los huesos. Chéquenla y espero que les agrade

11/01/2007

TRINO

Un especial de Trino por estas fechas... esta muy bueno

EL MONSTRUO DE LOS SIMPSONS...


EL EXCELENTE SR. BURNS
Es probable que Los Simpsons sea el programa televisivo más debatido de la historia. A lo largo de sus más de 20 años de vida, estos crudos muñecos amarillos han sido objeto de artículos, tesis, disertaciones y comentarios culturales alrededor del mundo. Hay quienes dicen que su éxito mundial se debe a que ilustran a Estados Unidos tal y como los extranjeros lo queremos imaginar: el patriarca de la serie (Homero) bebe cerveza, le gustan las rosquillas, tiene un empleo de quinta y vive para ir a la cantina y ver futbol americano. Otros argumentan que es todo lo contrario: una representación educada y fidedigna de lo que es formar parte de la cultura suburbana americana. Inclusive se han escrito libros analizando el mensaje filosófico dentro de la caricatura de Matt Groening.

La realidad es que aquellos que se han dedicado a analizar a Los Simpsons han caído en un error garrafal. En su intento por racionalizar el éxito y la profundidad de estos seres amarillos, han perdido de vista todos los pequeños detalles que han hecho de esta caricatura el programa más longevo de su tipo en la historia de la televisión norteamericana.

Desde mi punto de vista, cualquier explicación pseudofilosófica debe ser echada por la borda, así como cualquier intento por crear un paralelo entre el ficticio pueblo de Springfield con el mundo real. La verdad de las cosas es la siguiente: Los Simpsons son lo que son gracias a un personaje: Charles Montgomery Burns, el millonario más viejo del mundo, dueño de la planta nuclear de Springfield y Némesis de Homero.

Habrá quien piense que mi conclusión es burda. Estoy en desacuerdo: he llegado a ella tras años de minucioso análisis y prolongados maratones amarillos.

A lo largo de las casi dos décadas al aire, Los Simpsons se han caracterizado por tener dos tipos de personajes: los tangenciales (estereotipos culturales: el mozo escocés; el marinero/pirata; Apu, el hindú que atiende la tienda de Springfield) y los principales. Estos últimos son, en su mayoría, personajes que ostentan un defecto irredimible pero que, al mismo tiempo, son interpretados y dibujados con suficientes matices para que jamás nos molesten. Homero, por ejemplo, es un mal padre de familia, un flojo irredento, un simplón, frívolo y, seamos sinceros, un completo idiota. Sin embargo, la serie lo rescata dándole una inocencia que sirve para ilustrar su buen corazón. Lo mismo ocurre con Bart. Sabandija de cuarta, dolor de cabeza constante, pillo, ladrón en potencia. Todo esto sería suficiente como para que lo odiáramos. No obstante, la serie es suficientemente inteligente como para jamás darle un lado excesivamente malvado. Conocemos los límites del personaje y, por lo tanto, aceptamos sus canalladas.

EL ÉXITO DE LOS SIMPSONS
El Sr. Burns es, sin duda, el más complejo de todos los ciudadanos de Springfield. Malvado, cruel, avaro, megalomaniaco (alguna vez quiso tapar al sol con una máquina), el magnate de Springfield es el villano soñado. En teoría, los espectadores deberíamos de arrojar tomates y lechugas a la televisión cada vez que aparece, pero Matt Groening ha hecho que el Sr. Burns sea, no sólo el personaje más chistoso dentro de Los Simpsons , sino aquel que esperamos que salga y diga algo, lo que sea.

Pero, ¿qué es lo que lo hace grande? La realidad es que en una caricatura un villano hecho y derecho –solemne, de voz grave, como Darth Vader- resultaría pesado. Y puede que el Sr. Burns tenga el corazón más negro que la noche, pero también es el hombre con más enfermedades en la tierra (según su examen físico), así como el más débil: a lo largo de la serie lo vemos tener una serie de enfrentamientos contra Maggie Simpson, en donde le intenta arrebatar distintas cosas (una paleta, un oso de peluche) y el viejo millonario siempre acaba perdiendo. Por si fuera poco, Burns tiene un problema de memoria grave (jamás recuerda a Homero) y tiene al Sr. Smithers (sicofante por excelencia, homosexual de closet, eterno enamorado de su jefe) como asistente. Además, duerme con gorros rosas y afelpados y, cuando se encuentra en problemas, sólo puede desahogarse en presencia de un títere en forma de cocodrilo.

Todo lo anterior crea, por supuesto, una combinación explosiva, en donde nunca sabemos si lo próximo que dirá Burns será a) una barbaridad, b) un anacronismo puro (no olvidemos que nació en el siglo XIX), c) un comentario infinitamente cruel o d) algo ridículo. Sin embargo, nada de esto serviría si no fuera porque el Sr. Burns es, en verdad, un ser humano desagradable. Nunca hace algo bueno por los demás, es absolutamente tacaño y es el responsable de que los peces en Springfield tengan tres ojos. Gracias a esta característica, Burns es, sin duda alguna, el único antagónico dentro de Los Simpsons .

Es verdad que existen animadversiones entre ciertos personajes (Selma y Patty contra Homero, Maggie contra el bebé cejijunto), pero si no fuera por el decrépito millonario, todos los personajes de la serie parecerían como creaciones aleatorias, creadas con el único propósito de servir de rebote cómico para la familia principal. El Sr. Burns es el pegamento que une al pueblo en un odio común y enfocado. Los mismos creadores han aceptado que es el mejor personaje para el cual escribir, y se nota: todos los mejores capítulos lo tienen como eje. Basta con ver el corto del largometraje que saldrá en julio para darnos cuenta que gira en torno al dueño de la planta nuclear.

Así que así es: si no fuera por ese hombre esquelético, de más de cien años, de voz ligeramente aguda, Los Simpsons no serían lo que son. Como diría el propio Burns: ¡Excelente!

Daniel Krauze
Tomado de aquí